Francisco Hurtado Izquierdo

Portada principal del Hospital del cardenal Salazar en Córdoba

Francisco Hurtado Izquierdo nace en Lucena, en 1669, realizando su formación artística como arquitecto en Córdoba, en una primera etapa dentro del diseño arquitectónico aplicado a la composición de retablos, adquiriendo muy pronto una gran soltura en la conjunción entre las formas constructivas y las decorativas.

En una segunda etapa se instala en la ciudad de Granada atraído por el auge del proceso constructivo que se desarrollaba por entonces en esta ciudad, donde llega a realizar su obra más importante.

Su fama trascendió de tal manera que fue llamado en varias ocasiones a trabajar en otros lugares, muriendo en la localidad de Priego de Córdoba, donde también realizó una notable labor profesional, en el año 1725.

La característica esencial de su obra es el vibrante efecto visual que implica a las formas y al espacio que las contiene, creando para ellos imaginativas trazas, originales y deslumbrantes con un claro dominio en la combinación de materiales tales como los mármoles de distintos colores o en el trazado de las yeserías; a lo cual hay que sumarle su destreza y habilidad en el uso de los recursos lumínicos naturales.

Falleció en Priego de Córdoba en 1725.

Obra

Una de sus primeras realizaciones fue la Sacristía del cardenal Salazar de la catedral de Córdoba, realizada según una planta centrada revestida con zócalos de mármol y vibrantes yeserías en sus muros.

Desde el año 1704 se emplea en la construcción del Sagrario de la Catedral de Granada, resuelta en planta en tres tramos, el central cubierto por una cúpula, donde destaca la decoración de placas y la calidad del diseño de las pechinas y los capiteles de sus bóvedas, cuyo aspecto definitivo lo dio el arquitecto granadino José de Bada a partir de 1716.

Pero la obra emblemática de este artista, una de las mejores de todo el barroco español, la constituye sin duda el Sagrario de la Cartuja de Granada, uno de los recintos más asombrosos de cuantos se realizaron en su época en todo el país, donde consigue la perfecta coordinación entre elementos constructivos y decorativos, junto con unos audaces efectos lumínicos. Hurtado Izquierdo inicia aquí su trabajo en 1709, incorporándose a una obra ya comenzada que en algunos casos llegaban a la altura de las cornisas: una pequeña sala de planta cuadrada cubierta por una cúpula, situada detrás de la nave de la iglesia, cuya sencillez arquitectónica contrasta con un insuperable revestimiento decorativo, aparatoso y deslumbrante, acabada en 1720.

Como consecuencia de esta obra los cartujos le encargan luego otra similar para el Monasterio del Paular cerca de Segovia, obra que realizaría en 1718, dando lugar a un Sagrario cuyos efectos de movilidad, cromatismo y juegos de luces contrastan con la frialdad de la iglesia donde se ubica.

La Sacristía de la anteriormente citada Cartuja de Granada también se atribuye tradicionalmente a Francisco Hurtado Izquierdo. Se trata de una obra comenzada en 1730, cinco años después de la muerte de este artista, aunque la autoría de este otro asombroso recinto de abigarrada decoración barroca, planta rectangular y cubierta con bóveda elíptica en el presbiterio y de cañón en la nave, no parece totalmente probada.

Referencias

Bibliográficas

• Arquitectura barroca de los siglos XVII y XVIII, arquitectura de los Borbones y neoclásica, en: Historia de la Arquitectura Española. Editorial Planeta. Año 1986.
• El Siglo XVIII español. Virginia Tovar Martín, en Historia del Arte. Editado por Grupo 16, año 1989.

Enlaces externos relacionados con el tema

• http://www.legadoandalusi.es/legado/contenido/rutas/personajes/2280.htm

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