Ateneo de Córdoba. Calle Rodríguez Sánchez, número 7 (Hermandades del Trabajo).
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Nueva Junta Junta Directiva del Ateneo de Córdoba
Programa de la Semana Cultural "Córdoba de Gala"
GALA O EL INCONFORMISMO DE LA BELLEZA
Veo en el titular de un diario que Antonio Gala ha muerto en Córdoba, a pesar de nacer en Brazatortas. Es la capciosidad por disputarse este momento, que engrandece la figura del artista. Porque somos insignificantes en la elección de nuestro topónimo de alumbramiento. Algo más capaces, quizá, para sugerir el lugar donde decir adiós a todo esto. Gala hace ya tiempo que eligió no su mortaja, sino su telón, el bermejo terciopelo que remataba estrenos triunfales. Un telón desde hace un tiempo entornado, para privilegiar esa vigilia del interregno; la vida y la muerte forzando tablas para gozar en su presencia de su estética.
Desde el Ateneo de Córdoba tuvimos la honra de homenajearlo en ese tránsito que no pertenece ni a los hombres ni a los dioses. Si acaso, en el umbilicado goce de sentirlo carnalmente entre nosotros, aunque su alma ya solo tuviera palique para las musas. Mejor que esa querencia ingrata y genética de procesionar la valía tras los crespones negros.
Don Antonio ha tenido el honor de elegir su propio Yuste. En su fundación, en ese edificio abisagrado por las quebraduras del destino, que fue un día cenobio y hoy Academia, en su literalidad platónica, de jóvenes artistas. Ellos son los senescales del hombre que se esposó con los anillos de Jimena, cuestionó la falaz gazmoñería de Ulises con su Ítaca; o hizo hablar a las piedras en una torrontera de eufonía. Desde ese convento, la punta de sus cipreses corifean el silencio con otras espadañas; trafican con teselas cual sestercios para que esta ciudad siga pagando el tributo con la inmortalidad. Gala cumple esa cuota del ripio de Ricardo Molina: En Córdoba no nació su historia, pero vive y muere su canción.
Gala nos deja el legajo de una libertad indómita, atributo de quien la articula con palabras rebeldes y precisas. Y antes de apegarse definitivamente a las musas, nos regala un don, no extinto, pero sí escaso: el que fragua, como un centauro tranquilo, el inconformismo de la belleza.
Miguel Ranchal Sánchez
CONVOCADOS LOS PREMIOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA
XI Premio de Relato Rafael Mir.
XXXIX Premio de Poesía Juan Bernier.
IX Premio Agustín Gómez de Flamenco Ateneo de Córdoba.
Fallo de las Fiambreras de Plata 2022, relación de homenajeados aquí.
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Manuel Penella Moreno
Manuel Penella Moreno (Valencia, 31 de julio de 1880 - Cuernavaca, México, 24 de enero de 1939) fue un compositor español, hijo del también compositor Manuel Penella Raga (1847-1909).
Biografía
Estudia música con su padre, Manuel Penella Raga, director del Conservatorio de Valencia, y más tarde composición con Salvador Giner. Su primera intención es convertirse en intérprete de violín, pero a causa de un accidente que le inutiliza la mano izquierda abandona el instrumento y empieza a componer. Tras graduarse, trabaja durante un tiempo como organista en una iglesia de Valencia, pero pronto opta por dedicarse al teatro, pasando gran parte de su vida viajando con compañías de ópera y zarzuela por todos los países de América.
Su primer paso por América es el de un verdadero aventurero, trabajando como músico militar, sastre, torero, pintor, payaso, marinero, etc. En Chile pinta y decora la iglesia de Taltal y contrae matrimonio con la chilena Emma Silva Pavez.
En 1903 regresa a España y comienza una intensa actividad como compositor de gran renombre. No sólo compone zarzuela de estilo convencional, sino que también se decanta por el musical o la revista. De nuevo, en 1912, Penella inicia una gira por Argentina, donde cosecha numerosos éxitos y vive como un artista de fama.
En 1917 estrena una de sus obras más reconocidas, El gato montés, que él quiso estructurar como ópera, en el Teatro Principal de Valencia. El estreno fue a beneficio de la construcción de un monumento a su maestro, Salvador Giner. De esta ópera, con libreto del mismo compositor, aunque iniciado por su compadre Sassone, y que no pudo terminar por motivos personales, ha quedado como fragmento de una popularidad indiscutible su conocido pasodoble. En la siguiente gira americana, que Penella emprende en 1919, tiene ocasión de representar El gato montés en el Park Theater de Nueva York, durante diez semanas consecutivas, con un gran éxito.
En Barcelona estrena en 1932 la ópera de cámara Don Gil de Alcalá, con orquesta de cuerdas, una de sus obras más valoradas por la crítica. Otras exitosas obras suyas fueron Jazz Band (revista, 1933) y La malquerida (zarzuela en tres actos, 1935).
Además de sus 80 obras escénicas, entre óperas, zarzuelas, revistas y comedias musicales, también es autor de numerosas canciones, las más conocidas son sin duda En tierra extraña, que incluye el pasodoble Suspiros de España, y La Maredeueta, ambas popularizadas por Concha Piquer. También escribió obras de teatro; justamente la célebre actriz María Guerrero murió poco antes de estrenar el drama de Penella Mare Nostrum (1928).
Murió en 1939 en la ciudad mexicana de Cuernavaca, adonde se había trasladado para dirigir la música de una película basada en su ópera Don Gil de Alcalá.
Anecdotario
Se casó con Emma Silva Pávez y tuvo cinco hijos, entre ellos el periodista y escritor Manuel Penella de Silva (padre del también escritor Manuel Penella Heller), la tiple cómica Teresita Silva y Magdalena Penella Silva.
Esta última hija suya, de frustrada vocación artística, se casó con el político conservador Ramón Ruiz Alonso. De su unión nacieron cuatro hijas, entre ellas las actrices Emma Penella, Elisa Montés y Terele Pávez, adoptando la segunda el apellido artístico de su obra más célebre (El gato montés).
Es bisabuelo de la también actriz Emma Ozores, hija de Elisa y del actor Antonio Ozores.
Obras (Lista no exhaustiva)
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