Ateneo de Córdoba. Calle Rodríguez Sánchez, número 7 (Hermandades del Trabajo).
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Finales de abril, primera semana de mayo. Proyección del documental "MONTE HORQUERA" de FERNANDO PENCO, galardonado en diversos Festivales internacionales (Italia, India, Holanda etc,)
Lunes 11 de Mayo. Conferencia de MANUEL VACAS." LA GUERRA CIVIL EN EL NORTE DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA.LAS BATALLAS DE POZOBLANCO Y PEÑARROYA- VALSEQUILLO". (Presenta Antonio BARRAGÁN).Todos los actos en la Sede del Ateneo.
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IX Premio Agustín Gómez de Flamenco Ateneo de Córdoba.
Fallo de las Fiambreras de Plata 2023, relación de homenajeados aquí.
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Faustina Bordoni
Faustina Bordoni (Venecia, 11 de noviembre de 1697 - ídem, 1781), mezzosoprano italiana.
Provenía de una distinguida familia veneciana que le procuro una educación de primer nivel, entre sus maestros estuvieron Alessandro Marcello y Benedetto Marcello, siendo Micheleangelo Gasparini uno de sus compañeros de clase. Considerada como uno de los grandes fenómenos vocales del siglo XVIII, la Bordoni asociada indisolublemente con su gran rival Francesca Cuzzoni, se enmarca dentro de la tradición canora italiana como una virtuosa única e irrepetible. En la línea de Caffarelli, la Bordoni se hizo famosa por su prodigiosa coloratura, la rapidez y limpidez con la que atacaba los pasajes mas endiablados como por su belleza física que le valió gran número de admiradores.
La Bordoni es considerada como una de las más grandes cantantes del siglo XVIII, Al igual que otras grandes como Vittoria Tesi o su rival Francesca Cuzzoni tuvo que soportar durante toda su carrera el reinado absoluto de los Castrato, aun así supo situarse en la cima de su profesión, logrando igualar o superar a los castrati en su propio terreno; la ópera seria.
Inicios
Nació en Venecia el 11 de noviembre de 1697 y en el otoño de 1716 y con 18 años debutó en el Giovanni Crisóstomo en Ariodante de Carlo Francesco Pollarolo. El éxito fue inmediato lo que le procuro ser contratada por varias temporadas subsiguientes hasta 1725. Durante estos años de triunfo italiano la Bordoni canto en todos los teatros importantes italianos y tuvo también un primer acercamiento con su futura gran rival Francesca Cuzzoni.
El triunfo en Londres
Cuando llego a Londres tenía a sus espaldas ya diez años de carrera, habiendo cantado en operas de Gasparini, Lotti, Leo y Vinci.
Arribó a Londres en 1726. Debuto el 5 de mayo como Rosanna en Alessandro. Senesino era el protagonista y Francesca Cuzzoni Lisaura, la rival de Rosanna.
Handel tuvo que repartir desde un comienzo la opera en partes iguales para no beneficiar a ninguna de sus dos divas, de modo que el aplauso del público se repartiera de manera equitativa. La Bordoni eclipsaba a su rival en la expresión del rostro, la gracia corporal y la nobleza del portamento, pero en el resto las dos cantantes estaban más o menos en el mismo nivel, si bien ambas se lucían en campos diferentes: Una triunfaba en el allegro, la otra en el patético.
La Bordoni cantó en Londres por otras 3 temporadas, hasta 1728. Interpretando también Alceste en Admeto (1727), Emira en “Siroe” (1726), Pulcheria en “Riccardo I” (1727) y Elisa en “Tolomeo” (1728).
Ninguno como Handel escribió para una mezzosoprano pasajes de coloratura así de ricos en inventiva y al mismo tiempo así de complejos.
Finalmente el 6 de junio de 1727 ocurrió el episodio que marco su nombre en la historia al enfrentarse a golpes e insultos con su rival Francesca Cuzzoni en una representación del “Astianate” de Ariosti en la que estaba presente la Princesa de Gales. El hecho causo gran revuelo y su contrato no fue renovado por las siguientes temporadas, aun así la Bordoni fue muy preciada en el resto de Europa, triunfando sobreodo en París, Dresde, Parma, Florencia, Turín, Milán, Roma y Venecia, convirtiéndose en una de las cantantes mejor pagadas de su tiempo.
Faustina Bordoni poseía además una belleza fuera de lo común, según Burney “Su perfección como profesional se realzaba con una cara hermosa y una figura agraciada”.
En la corte de Dresde
En 1730 Bordoni se casó con el compositor alemán Johann Adolf Hasse, con él viajo a la corte de Dresde en donde la mezzo se convirtió en la cantante favorita de la corte y permanecería en su puesto de primera cantante hasta 1751.
Con el paso de los años y su declive vocal vino un prolongado enfrentamiento con la soprano Regina Mingotti quien también cosecho gran popularidad en Dresde. Su verdadera batalla vocal tuvo un respiro en 1750 cuando la Mingotti fue contratada por el San Carlo de Nápoles, aun así la carrera de la Bordoni ya estaba acabada y se retiró en 1751.
Tras su retiro la Bordoni se mudó con su marido a Viena en donde vivió algunos años para luego establecerse en su nativa Venecia en donde finalmente falleció el 4 de noviembre de 1781.
Su voz
Entre las cantantes femeninas, Faustina era considerada la mejor representante del “Stile brillante”. Estaba dotada de una vocalización cuidada y elegante y de una extraordinaria velocidad. Se distinguía sobre todo por su agilidad en la ejecución de las vocalizaciones y por la perfección de su trino y de las “ribattiture di gola”, su emisión era al mismo tiempo ligera, rápida y pulida. La Bordoni seria según los criterios modernos una mezzosoprano lírica, su extensión se extendía desde el Sol2 hasta el Si4, un poco más grave que su rival Francesca Cuzzoni.
Según el juicio de sus contemporáneos interpretaba con gran expresividad el adagio en estilo “Spianato”, pero según muchos, en este terreno la supremacía era de Francesca Cuzzoni, superior por belleza, expresividad y homogeneidad del sonido. Tosi decía de la rivalidad Cuzzoni-Bordoni: “Que bella cosa si los valores artísticos de estas dos angélicas criaturas se pudiesen reunir en una sola persona”.
Al compararla con su rival Francesca Cuzzoni las críticas se dividían; Quantz, que la escucho en el “Admeto” de Handel, opinaba que la Cuzzoni tenía una voz dulce, límpida y extensa, una perfecta afinación y un canto que arrancaba el alma de los espectadores, si bien conservaba un aura de frialdad y su cuerpo no era muy grácil en la escena, Bordoni en cambio (para Tosi) estaba llena de pasión como actriz, se distinguía por la prodigiosa agilidad de la voz, que le permitía superar con facilidad los pasajes que se sabían difíciles incluso para el violín”.